EL MERCADO
Siete kilos de maicito de ese amarillo trillao y déme unos diez ataos de panela don chanito. Envuélvame diez kilitos de papa menuda y gruesa y tráigame una cerveza que mientras va despachando yo me la voy tomando desde el buche a la cabeza.
En una talega desas libra y media de frijoles desos pa’ jartar con coles. Un pan y tres roscas gruesas, pero que no estén muy tiesas. Bájeme una de cacao y lléneme este tarrao de manteca de marrano y otra cerveza don chano que ya se me había olvidao.
Si tiene jabón cuadrao deme libra y media, o dos con cuatro kilos de arroz dese que viene empacao. Un velón de ese alargao pa’l santo San Cayetano y écheme una buena mano de azafrán de barbas largas y sírvase dos amargas pa’ yo y pa’ vusté don Chano. Si ta el disco «amarte en vano», ponga a verriar la vitrola, siete libras de cola de novillo calentano. Si hay de pezuña de marrano, despégueme una enterita y traiga dos cervezas que ya toy medio berraco y un paquete de tabaco pa ́echar una bombiaita.
Córteme siete libritas de carnita de espaldilla, dos libras de pajarilla con un riñón de encimita. Cuatro de carne blandita y un kilo de chicharrón y en vez de una cerveza, ron pa’ yo, vusté o cualquiera y ya que me dio piorrera ¿me presta el guater mi Don ? Se me olvidaba el jabón de ese de olor perjumao. De ese que viene mostrao con vieja en televisión, mostrando medio calzón en el jundillo enredao. Deme un kilo de salvao y un paquete de café y sirva pa’ yo y vusté aguardiente por viajaos.
Con ese lazo delgao si don chano es tan jormal coja la boca al costal y dejémoslo amarrao que yo toy más alumbrao que caperuza prendida y póngame media vida y una tumba sin doliente y traiga más aguardiente pa’ remojar esta herida. Un peso vale la vida cuando uno está pelao. ver ocho buchichorriaos llorando por la comida? es pa’ volverse homicida por una libra de hueso y dejar tienderos tiesos manque sea el más alzao dentro diun cajón morao con cuatro velas de peso. No se me mosqué por eso y tráigame una botella.
Hoy voy a llorar por ella y hasta rompeme los sesos. Póngame los discos de esos y hoy que me vine votao, bébanse un desengaño de la vida y los placeres; de un hombre con diez mujeres que merca y bebe fiao. Si a alguno no le he gustao, bien pueda y que me alce el dedo que yo pa’ soltar enredos ya toy muy acostumbrao; Yo soy el cari-cortao que respondo por lo que hago; sírvame el último trago y apunte eso en el cuaderno que me voy pa’ los infiernos, y cuando vuelva le pago
. Por… Mario Tierra. Folclorista Colombiano nacido en Fredonia Antioquia